Elegir un mate de calabaza, vidrio, madera, metal u otro material. Llenarlo hasta 3/4 partes con yerba mate.
Mezclar bien la yerba del mate para lograr una mezcla homogénea.
Tapar con la mano la boca del mate, volcarlo y agitarlo por unos segundos.
Volver el mate a su posición normal, dejando el contenido inclinado a unos 45° de manera que se forme una cavidad.
Verter agua tibia (50°C) en la cavidad formada en el paso anterior, de forma que se humedezca la parte inferior del contenido del mate. Dejar reposar por unos segundos, ya que con este proceso permitimos que la yerba mate libere todos sus componentes de forma paulatina durante el cebado.
Introducir la bombilla en el área humedecida y recostarla contra la pared del mate, procurando que quede firme.
Cebar el mate con pequeñas cantidades de agua caliente (75-80°C), para no mojar toda la yerba, en el sector donde está inserta la bombilla, procurando no humedecer la parte superior de la yerba.
Repetir este último paso para disfrutar de unos ricos mates.
Origen, la yerba gourmet
Con la convicción de que la yerba mate es un producto que puede acompañar el proceso de “gourmetizacion”, Lucas Torres decidió emprender en 2017 el desarrollo de un producto que reivindique los métodos tradicionales de producción. “Creemos en la sustentabilidad y el trabajo en conjunto con los pequeños productores para ofrecer productos de alta calidad a nuestros consumidores”, dice. Para ello, elaboran la yerba mate bajo el método de secado Barbacuá, una técnica que se remonta a más de 400 años de historia: “a partir de un secado lento y constante, las hojas de yerba mate se exponen al calor de la leña durante más de 24 horas; el resultado de este proceso son producciones limitadas de una yerba de altísima calidad, con su característico sabor intenso y levemente ahumado”.