Arvejas, complemento para las producciones mixtas

Destacada por un menor consumo de agua, el aporte de nitrógeno que deja en el suelo y un ciclo más corto que los cereales de invierno, la arveja es ideal como antecesora de los cultivos de segunda o tardíos de maíz, soja o girasol, según la zona. Ahora, investigadores del INTA evalúan su incorporación en las dietas de vacas, cerdos y aves por el contenido de proteína y energía que poseen.

Con las arvejas, los beneficios se multiplican: consumen menos agua que el trigo, dejan un mejor balance de nitrógeno en el suelo, desocupan el lote de 10 a 20 días antes y aseguran más recursos para el cultivo sucesor.

La producción argentina de arveja se concentra en las regiones sur y centro de Santa Fe y norte y sudeste de Buenos Aires.

Dado que no es lo mismo arveja verde que amarilla, especie, variedad y tipo debe ser tenidas en cuenta. La elección impactará en la rentabilidad de la empresa.

Argentina tiene la posibilidad de posicionarse como proveedor mundial y ocupar un lugar destacado en el comercio internacional. Con una demanda de proteínas que continua en aumento, las arvejas amarillas podrían encontrar nuevos mercados y canales de comercialización. Aún en años en los que la demanda o el precio no acompañe es una alternativa interesante por ser una fuente de proteína y con un costo inferior a la soja.

Localmente las de tipo verde son las más producidas debido a que, actualmente, el principal comprador es Brasil. NO obstante, en los últimos años las amarillas fueron ganando un lugar en las agendas de los productores.

Para afianzar el protagonismo en el mundo, es necesario ofrecer más variedades, principalmente las de cotiledones amarillos, que son las más demandadas por los países asiáticos.

Por la demanda de agricultores del sudeste de Buenos Aires, la Chacra Experimental Integrada Barrow incorporó la arveja amarilla a los esquemas productivos para generar información de manejo adaptada a la región: poseen gran adaptabilidad a las condiciones de suelo y clima de la zona y tienen un potencial de rendimiento muy alto.

Los ensayos mostraron su alta eficiencia en el uso del agua y permitieron alcanzar rendimientos que superan los 5000 kilogramos por hectárea, una gran brecha con los 1900 kilos por hectárea de rinde promedio nacional. Los materiales de tipo amarillo capitalizaron mejor los recursos disponibles y es por ello que en años de buena condición hídrica y térmica alcanzan mayores rendimientos.

las malezas son una de las principales adversidades del cultivo: compiten por los recursos, en general, más eficientemente. Los primeros 60 días debería estar libre de competencia para no afectar el rendimiento, que puede sufrir una disminución total del 40 % de la producción. El uso de herbicidas preemergentes son los que mejor resultado mostraron en el control de malezas.

Dado que es una alternativa a los cereales de invierno, posee altas expectativas de desarrollo en diversas estrategias de manejo integradas y como complemento para fortalecer a la soja de segunda, el maíz o el girasol. Comparado con trigo candeal, avena, cebada o trigo pan, la arveja permite lograr mejores rendimientos tanto en soja de segunda, con más de 400 kilos por hectárea, como en maíz, con más de 1000 kilos por hectárea.

Planteos mixtos

Por otra parte, hay proyectos orientados a la incorporación de la arveja a las dietas animales, debido a que no es un organismo genéticamente modificado y no se requieren solventes durante su procesamiento. Especialistas del INTA junto con productores del grupo CREA Montoya de Victoria y de la Cooperativa Agrícola Ganadera y de Servicios Públicos Aranguren Limitada evaluaron su incorporación como opción nutricional.

Se trata de un cultivo excelente para la rotación y a los agricultores les deja un plus de rendimiento en la soja o el maíz que le siguen.

En Entre Ríos, hace algunas campañas que comenzó a tener protagonismo y, en la actualidad, se presenta como una alternativa para diversificar la producción agrícola.

Un ensayo en el campo experimental del INTA Concepción del Uruguay, durante 105 días y con 36 novillos de base genética británica determinó que la inclusión de hasta 40 % de arveja en la ración de novillos de terminación produce excelentes resultados.

Desde el punto de vista nutricional, se destaca por poseer elevados valores energéticos (50 % de almidón) y proteicos (18 – 25 %). Como ingrediente de una dieta, la arveja podría reemplazar, en parte, al grano de maíz por su aporte energético y, en parte, al componente proteico de la ración.

A diferencia de otras leguminosas (como la soja) no es necesario desactivarla antes de su inclusión en la dieta animal.

La arveja demostró ser un suplemento exitoso para reemplazar el grano de maíz y núcleo proteico. El próximo desafío es evaluarlo en otras etapas del ciclo productivo del animal y en otras producciones como el tambo.