Proyección mundial del trigo y los cereales gruesos en la 2018/19 según FAO

Por la merma productiva y un aumento del consumo total, los stocks finales mundiales de trigo en 2018/19 caerían por primera vez en cinco años. La situación es similar para los cereales gruesos. Se espera que la escasez relativa de oferta en relación a la demanda brinde sostén a los precios.

En el desarrollo de este artículo se expondrán los puntos principales del informe en lo que respecta a los mercados mundiales de trigo y cereales gruesos. La FAO incluye dentro del concepto de granos gruesos a los siguientes granos: maíz, cebada, sorgo, mijo, centeno, avena y otros no especificados; en el presente informe se opta por modificar la denominación a “cereales gruesos”, para brindar mayor especificidad.

Trigo

En relación al mercado de trigo, la FAO proyecta que en la campaña comercial 2018/19 la hoja de balance mundial se presentará más ajustada que en la campaña anterior. Esta situación ya comienza a manifestarse en los precios internacionales, tomando como referencia al mercado de Chicago, se observa que las cotizaciones de los futuros más cercanos de trigo son mayores a las del año pasado a la misma altura. También es más elevada que hace dos años atrás.

Por el lado de la producción, se ha recortado la estimación respecto a la que se preveía en el informe anterior de la FAO del mes de julio, llevándola a 727,9 millones de toneladas, lo que implicaría una caída del 4,3% respecto al récord de la campaña anterior. Esto se explica, principalmente, por pérdidas de producto en la Unión Europea, Rusia, China y Australia, vinculadas a adversidades climáticas.

En tanto, el consumo total mostraría un aumento marginal respecto a la campaña anterior, alcanzando las 740,1 millones de toneladas. Es decir, la cantidad consumida en todo el ciclo superaría a la cantidad producida en 12,2 Mt.

Como resultado de esto, se proyecta que tras cinco campañas consecutivas de aumentos, los stocks finales de 2018/19 presenten una caída interanual de 4,5%. Las principales pérdidas de inventarios ocurrirían entre los mayores exportadores: Rusia, Estados Unidos y la Unión Europea, lo que probablemente se vea reflejado en dificultades para abastecer las necesidades mundiales de importación. Por otro lado, China e India acumularían stocks, atenuando las pérdidas a nivel global.

Un indicador relevante para el mercado es el ratio stock/disappearance (este último concepto incluye consumo doméstico + exportaciones) de los principales países exportadores de trigo. El mismo caería un 16,3% interanual, a un mínimo en cinco años. Esto significa que la fuerte demanda del cereal que producen estos países (ya sea para consumo interno o exportaciones) será abastecida a costa de inventarios cada vez menores, lo cual da una pauta de lo tirante que estará la oferta en relación a la demanda, dando un soporte a los precios.

Cereales Gruesos

La FAO espera que la producción de cereales gruesos (incluye maíz, cebada, sorgo, mijo, centeno, avena y otros no especificados) muestre en el año 2018 una contracción de 2,2% en relación al año anterior, principalmente como resultado de condiciones climáticas adversas en varios países productores de maíz, y también por una notable reducción en la producción mundial de cebada, que caería a un mínimo de seis años. Pese a esto, las estimaciones han mejorado respecto al informe de la FAO de julio, por un clima en general favorable a los distintos cereales a lo largo de Asia y de los Estados Unidos.

Pese a la menor disponibilidad, el consumo global de cereales gruesos alcanzaría un máximo de 1.403 Mt en la campaña 2018/19, esto es un aumento del 2,2% interanual. Se destaca un gran consumo de maíz, que alcanzaría un valor récord, motivado por la fuerte demanda de China y Estados Unidos para forraje e industrialización. La ajustada oferta de cebada, sorgo y trigo forrajero refuerzan aún más esta presión de demanda sobre el maíz.

Por el lado de los stocks finales de cereales gruesos, se espera que los mismos manifiesten una caída por primera vez desde la campaña 2012/13 (al igual que en el caso del trigo), presionados principalmente por el agotamiento de los inventarios de maíz.

Dos indicadores de interés para proyectar los movimientos de precios son el ratio stock/utilización mundial y la relación stock/disappearance de los mayores exportadores. En ambos casos, estos indicadores se ubicarían en mínimos de cinco años, de 22,3% y 12,5% respectivamente, lo que daría fortaleza a los precios de estos cereales en la campaña 2018/19.

Por supuesto, cada cereal analizado en forma aislada tiene un mercado particular que responde a distintos indicadores de oferta y demanda, con lo cual es imposible generalizar una tendencia de precios que sea uniforme para todos los productos. Pero, teniendo en cuenta que los precios de los bienes sustitutos (ya sea desde el lado de la oferta o de la demanda) suelen tener una correlación positiva entre sí, resulta apropiado el análisis conjunto a fines de definir de manera simplificada una tendencia de precios general para todos los cereales gruesos.

FRANCO RAMSEYER – EMILCE TERRÉ