Brexit, un nuevo desafío

Contra la inquietud que suscita el “brexit” en todos los actores del sector agroalimentario: reflexión sobre el impacto concreto en su negocio, cambiar el esquema mental del escenario internacional, mantenerse informado por cauces fiables y formarse gracias a las iniciativas públicas y privadas.

La salida definitiva del Reino Unido de la Unión Europea (UE) el 29 de marzo de 2019 es esa fecha roja del calendario en la que UK se convierte en “país tercero”. Fuera de la UE después de más de 40 años, el mapa social, económico, político y empresarial europeo se prepara para mover sus fronteras y afrontar uno de sus mayores desafíos, por las implicaciones legales, logísticas, comerciales y políticas -por sintetizar- que conlleva.

Incertidumbre en el sector
La incertidumbre es, en líneas generales, la reacción inicial en todos los sectores. Las batallas políticas internas en el Gobierno de Theresa May, las negociaciones con Bruselas sin llegada a puerto por el momento y las consecuencias económicas y sociales imprevisibles la provocan. Junto con la inquietud, las dudas y, cuando no, el temor directo a sus efectos en el día día y la economía de negocios y entidades.

El sector agroalimentario no es ni mucho menos ajeno a esta preocupación, teniendo en cuenta el poder exportador de España (vende a Reino Unido por 4.000 millones de euros, el 10 % del total). “Tienen que estar atentos al desarrollo de las negociaciones para la relación UK-UE-27 después de la salida del Reino Unido. El tipo de acuerdo comercial al que se llegue será lo que determinará el tratamiento arancelario que se dará a los productos españoles (y de toda la UE) al ser importados” desde dicho país, recuerdan a Efeagro fuentes de la Agencia Tributaria.

Frente a este escenario, desde el Instituto Internacional San Telmo el profesor Horacio González Alemán propone -además de “cambiar el esquema mental”- “ trazar el recorrido de las operaciones comerciales con el Reino Unido y sopesar en cada fase los puntos críticos.

“En producción, ¿tengo algún input que pueda peligrar con el brexit?; en logística, ¿se verá afectada mi carga, los tiempos de despacho, necesito almacenes en el trayecto o el destino…?; en administración, ¿tengo un buen agente de aduanas, necesitaré nuevos certificados, cuál será la operativa de la declaración de impuestos…?; en comercial, ¿qué piensa mi cliente británico?,¿hablo con él y le ayudo en este problema común? ¿Cuál será mi competencia en el Reino Unido dentro de unos años desde terceros países (en frutas y hortalizas, Sudáfrica o Marruecos; en cárnicos, Brasil y Argentina; en vinos, el Nuevo Mundo…)?, explica a Efeagro.

Las Administraciones, por su parte, también se afanan en sus hojas de ruta. Según fuentes de la Agencia Tributaria, “el Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales está trabajando junto con la Comisión Europea en la adaptación de los sistemas informáticos aduaneros al escenario que abre la salida de Reino Unido; y los distintos países europeos están analizando sus necesidades de medios humanos para atender al incremento de mercancías que pasarán por las fronteras de la UE procedentes de Reino Unido”.

Otro elemento a tener en cuenta en esta ecuación con tantas incógnitas es que a los efectos directos del brexit se sumarán los cambios globales que sufrirá el comercio intra y extracomunitario. “Más costes, más controles administrativos , nuevas estructuras logísticas menos ágiles… A todos nos va a costar dinero esta operación”, señala González Alemán.

En su opinión, “todavía no hemos pinchado nervio en la negociación, pero estamos muy cerca de ello y el sector público debe hacer un esfuerzo no sólo en la negociación como está haciendo, sino además en inteligencia económica para apoyar a las empresas en sus estrategias, que deben incluir la variable brexit en sus políticas a corto, medio y largo plazo y apoyar a través de sus organizaciones a nuestra diplomacia comercial. Solo unidos defenderemos nuestros intereses, que no son pocos”.

En el camino, información y formación para combatir la inquietud. Según recuerdan desde la Agencia Tributaria, “La Comisión Europea creó la web https://ec.europa.eu/commission/brexit-negotiations_en, en la que se están incluyendo todas las informaciones sobre el proceso de negociación; dentro de ella hay algunas notas sectoriales sobre los aspectos que se deben tener en cuenta con vistas a la separación”.

Y citan como ejemplo https://ec.europa.eu/info/brexit/brexit-preparedness/preparedness-notices_en y https://ec.europa.eu/food/sites/food/files/notice_brexit_eu_food_law.pdf, una nota relativa a etiquetado de alimentos, información sanitaria y marcas de identificación, así como ingredientes.

Avanzan, además, que el Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales de la Agencia Tributaria “realizará acciones informativas con los sectores para conocer sus preocupaciones y poder adoptar medidas en el ámbito de sus competencias”

Y así, nos vamos aproximando a ese 29 de marzo, con todas las dudas sobre la mesa, no todas las cartas boca arriba y, en palabras de González Alemán, conscientes de que “un principio negociador es que ‘nada está cerrado hasta que todo esté cerrado’, lo que significa que los acuerdos en un sector podrán verse condicionados por acuerdos en otros”.

“Reino Unido no puede pretender salir de la UE y escoger a la carta lo que le interesa (libre comercio, su posición como plaza financiera de primer orden…), y descartar lo que no le gusta (libre circulación de personas )… No parece, por tanto, que hayan avanzado mucho y el reloj juega a la contra… del Reino Unido, afirma el profesor de San Telmo.

LAURA CRISTÓBAL/EFEAGRO