El presidente del Jingma Group de China, Owen Wang, aseguró que «no existe ningún peligro para la salud humana» por el uso del glifosato, como advirtió en marzo pasado la Organización Mundial de la Salud (OMS). El glifosato es un herbicida que se puso de moda en la última década con la aparición de la soja transgénica RR y que supone no hacer un laboreo de la tierra previo a la siembra.
El empresario chino, ingeniero químico de profesión, recibió el domingo pasado a un grupo de 38 productores, técnicos y empresarios uruguayos –y cuatro paraguayos– que visitan China invitados por Tafirel, compañía de agroquímicos, y Barraca Erro, una de las principales empresas del sector agropecuario.
El encuentro se desarrolló en la fábrica JMC, en Longyou, a unos 200 kilómetros de la ciudad de Hangzhou, capital de la provincia de Zhejiang, en el sur de China. La empresa de Wang produce alrededor de 40 mil toneladas de glifosato concentrado y está en el quinto lugar entre las mayores empresas chinas de agroquímicos.
La molécula de glifosato «no es dañina para la salud», remarcó Wang, porque «contiene elementos comunes, como carbono, fósforo, hidrógeno y nitrógeno». Además, dijo que el glifosato «es de baja toxicidad» y agregó que «me causó sorpresa la noticia» de que la OMS había calificado al glifosato como «posible cancerígeno» e ironizó al decir que la información «debe provenir de alguna multinacional que se cansó de la baja del precio de la soja y quiere lanzar algo nuevo».