«La fruticultura sufre una crisis profunda»

appleEl empresario Guillermo Barzi considera que el próximo gobierno no va a tocar el tipo de cambio a través de una devaluación, sino de manera indirecta quitando las retenciones a las economías regionales. Barzi es presidente de la bodega Humberto Canale, además de director de CAFI e integrante de la conducción de Copal (coordinadora que nuclea a empresas de los rubros alimenticios y bebidas).

–¿Cuál es el cuadro de situación de las exportaciones frutícolas?
–Este año fue como una «tormenta perfecta». Primero con el incremento de costos internos, retraso cambiario y problemas de mercado; revaluar algo nos permite terminar la campaña sacando una cantidad importante de peras a Rusia pero ello no significa que vamos a ganar, sino a perder menos plata. La Unión Europea y Brasil con devaluaciones del 30% tornaron al escenario exportador como muy desfavorable.

–¿No se alcanzó a negociar con Rusia un arancel específico?
–Se propuso un reintegro especial, la negociación de bajar el arancel (de u$s 4 por bulto) terminó en una expresión de deseos por falta de tiempo; en el segundo semestre los principales clientes son Brasil y el mercado interno.

–¿En qué medida afectó el cierre del puerto de Montevideo?
–Causó graves perjuicios, se tuvo que buscar un puerto de alternativa (Rio Grande Do Sul) por lo que el año pasado se perdió mucho en logística, hubo que adaptarse a las circunstancias pero el proceso es más largo y costoso.

–El sector insistió hasta el cansancio en la necesidad de sacar las retenciones a la exportación de peras y manzanas o reducirla al nivel de los cítricos. Para ello buscó influir el senador Miguel Pichetto, pero el gobierno nunca dio el brazo a torcer.
–El senador Pichetto fue un apoyo importante para el sector, pero no hemos tenido respuesta de esta administración; después de «la 125» las retenciones son un estigma para el gobierno…

–¿Y para el próximo?
–Uno se pregunta que viene… seguramente lo cambiario no se va a tocar con una devaluación importante (dado el reflejo del 2001); me parece que el tipo de cambio se va a manejar de manera indirecta a través de las retenciones que para la fruta son del 5%. Parece poco pero para la actividad quitarla sería muy relevante.

–¿Los problemas para importar afectaron a aspectos laterales del negocio?
–Sí en cosas puntuales como los stickers para manzanas, la llegada de maquinaria del exterior.

–El sector está en emergencia, hay cortes de rutas como muchas veces, pero se suma una sensación de desesperación. ¿Qué salida observa en el corto plazo?
–El sector no está en emergencia sino en una crisis declarada; la cosecha concluyó (quedará un tercio para comercializar) y las exportaciones terminan en rojo. Todo ello repercute en el último eslabón de la cadena. Muchos integrantes de la Cámara somos productores integrados, por lo cual sufrimos menos que un productor independiente, pero igual es grave. La única alternativa es conseguir aportes, parte no reintegrable y otra a préstamo, para mantener el capital de trabajo y hacer el trabajo cultural para la próxima cosecha.

–¿Preocupa la tensión salarial en un contexto político?
–Uno de los índices que más crecieron fueron los salarios, por lo tanto parece razonable que el gobierno ponga límites atento a la inflación futura. La paradoja es que el tema central justamente es parar la inflación.

Por Claudio Rabinovitch crabinovitch@rionegro.com.ar