Mucha oferta, demanda estancada: bajos precios de los granos.

Soja_en_Siembra_DirectaA pesar de que parezca una obviedad y que el título sea una de las principales reglas de todo mercado, es bueno recordar esto en vísperas de la tranquilidad que tendrán los valores de los comodities agropecuarios en los próximos meses. Avanza la cosecha norteamericana con rindes superiores a los esperados, estimándose cifras de producción notables que harán que el mundo continúe tranquilo en relación a la producción de granos. Estos guarismos de producción de confirmarse, servirán para fortalecer una oferta sostenida y recomponer aún más los stocks mundiales del trigo, el maíz y la soja. Si analizamos que está ocurriendo en Sudamérica, nos encontramos que a pesar de los bajos valores de los comodities agropecuarios, los productores de esta región repetirán y aumentarán el área dedicada a la siembra de granos. En Brasil, Uruguay, Paraguay y Bolivia las tareas de preparación de los terrenos e implantación de las semillas se encuentran a pleno. “A pesar de los problemas económicos financieros del mundo, en la región tendremos una excelente cosecha” estimaba en off un importante empresario brasileño del sector. De darse este escenario de importante cosecha norteamericana que veremos de aquí a noviembre de este año, y una muy buena zafra en Sudamérica que tendremos a partir de febrero del año que viene, la oferta continuará siendo sostenida. En Argentina, considerando los serios inconvenientes económicos que están viviendo los productores nacionales, es notable como continúan invirtiendo en sembrar granos. El trigo de este año va camino a ser un fracaso, pero la siembra de granos gruesos avanza a buen ritmo. Se estima que disminuiría el área dedicada al maíz y el sorgo, pero aumentaría la cantidad de hectáreas utilizadas para la soja. Es importante ponderar las decisiones de los chacareros argentinos, que continúan sembrando soja con un dólar de tan sólo $ 6,11.- (dólar oficial de $9,40 menos 35% de retenciones a las exportaciones). Muchos destacan que los productores intuyen que a partir de la llegada del nuevo gobierno –sea quién sea el que asuma- se realizará un ajuste devaluatorio en la cotización del dólar que beneficiará a los productores, como así también a la cadena de comercialización granaria.
Al ver que la oferta continuará sostenida y en aumento, debemos analizar qué ocurre con la demanda mundial de alimentos. Y en este caso debemos ser cuidadosos, porque algunos analistas presentan un futuro apocalíptico que quizás no ocurra. Por estos días, todos hablan de la problemática que vive China con su economía doméstica, con sus exportaciones y los inconvenientes internos de crédito e inversiones bursátiles. Y a pesar de que este escenario genera incertidumbre a futuro y que podría hacer frenar la demanda de alimentos, no es exactamente lo que está ocurriendo. Lo que estamos viendo es que China frenó el aumento de demanda estimada para los próximos meses, pero continúa comprando materias primas y alimentos necesarios para seguir el ritmo de su economía y para bastecer las necesidades de su población. En castellano puro: China no va a dejar de comprar granos, subproductos y alimentos de forma tal que impacte en el mundo. Algo similar ocurre en la Unión Europea, donde los países partícipes al ver las turbulencias que llegan desde el lejano oriente, atinan a frenar parte del consumo, el cual venía recomponiéndose lentamente en los últimos meses. Pero también podemos mencionar que los europeos no dejarán de comer.
Con esto queremos indicar que la demanda no aumentará de aquí a fin de año pero se mantendrá sostenida. Lo importante a tener en cuenta es que si la demanda está amesetada y la oferta aumenta en forma considerable, no existe otro camino para los valores de los comodities agropecuarios que sea la baja.
Además, hay que tener en consideración lo que ocurra con el dólar en los EEUU. Por estos días, el dólar se afianza ante las otras monedas, con serias posibilidades de que la FED norteamericana aumente la tasa de interés después de 6 años. De ocurrir esto, el dólar subiría. Y si el billete verde aumenta, los comodities bajarán.
Con este panorama mundial, en los meses que faltan para finalizar este año nos encontraremos con precios chatos, amesetados y con depresiones puntuales. Malas noticias para los productores de granos del mundo.
Alejandro Ramírez
Analista Agropecuario.