Retenciones: Están matando la ruralidad

Una vez más, los productores agropecuarios, somos testigos directamente perjudicados, de cómo se considera al campo para financiar las débiles cuentas fiscales, cuando la política no ha dado muestras de adecuarse a la realidad del país. La solidaridad debe ser más equitativa.

Los productores, que, en buena situación, generan dinamismo en la economía del país, en especial en las comunidades rurales, son obligados a ser proveedores de las cuentas públicas. Nadie piensa en el hombre de campo que trabaja a destajo para enfrentar las inclemencias climáticas que, muchas veces, echan por tierra el esfuerzo y las inversiones.

Frente al anuncio del cierre de los Registros de Exportación, los productores de CONINAGRO Buenos Aires y La Pampa rechazan los derechos de exportación, y cualquier incremento sobre los existentes. Es un impuesto que termina impactando en el precio que recibe el productor sobre su cultivo, quitándole el mayor incentivo para aumentar la productividad. La experiencia ya indica que, a mayor impuesto, menos producción. Cualquier supuesta compensación también genera inequidades entre productores, explotaciones y regiones.

Creemos que una economía sustentable debe considerar también la equidad de los esfuerzos, sin ganadores ni perdedores, con un Estado que no discrimine entre campo y ciudad, reavivando antinomias que parecían superadas. Con esta medida se está matando al campo. Por mirar la coyuntura nos olvidamos del futuro.

                                                                                                                                 Productores de CONINAGRO Buenos Aires y La Pampa