Bajar las retenciones debe ser una política de estado

El aumento de los Derechos de Exportación encendió las alarmas en el sector agropecuario: esto implica que no crezca el interior, el ahogo de pymes agropecuarias y la falta de divisas. Disminuir los Derechos de Exportación (DEX), conocidos como retenciones, es la medida de política económica más directa para conseguir los objetivos fijados por el Presidente Alberto Fernández.
En su discurso a la Asamblea Legislativa, el presidente de la Nación, Alberto Fernández, remarcó varios objetivos, orientados a aumentar la producción y conseguir un desarrollo territorial armónico:

  • “La situación de las PyMEs tiene también proporciones dramáticas, requiriendo un alivio fiscal y estímulos apropiados”
  • “Un Proyecto Nacional de Desarrollo, en la cual la agroindustria, las PyMEs y las economías regionales sean capaces de agregar valor a nuestras materias primas”
  • “Existe otro equilibrio básico que tenemos que construir: el equilibrio federal y territorial”.
  • “Argentina es una sola y mancomunadamente debe propender al desarrollos de todas y cada una de sus regiones”.
  • “Nuestra Cancillería estará concentrada en conquistar nuevos mercados, motorizar exportaciones”.
  • “Vamos a poner a la Argentina de pie, promoviendo el desarrollo regional y creando juntos miles de puestos de trabajo”
  • “Debemos volver a desarrollar una economía productiva que nos permita exportar y así generar capacidad de pago”.
    Para conseguir los objetivos fijados por el Presidente Alberto Fernández, disminuir los Derechos de Exportación (DEX), conocidos como retenciones, es la medida de política económica más directa, que produce:
    • Aumento de producción
    Según la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo (FADA), en los últimos cuatro años, el área cultivada se incrementó en 2,4 millones de hectáreas y la producción en 23,1 millones de toneladas.
    • Aumento de las exportaciones y de la capacidad de pago
  • Según datos de FADA, los 23,1 millones de toneladas extra que se produjeron, significaron 3.097 millones de dólares extra.
    • Aumento de trabajo en el interior del país Como releva FADA, sólo en el sector de transporte y logística, se crearon 17.500 puestos de trabajo, entre 2015 y 2018, ligados a la actividad de transporte y logística de las cadenas agroalimentarias y agroindustriales.
    • Estímulo a miles de pymes en todo el territorio
    El Censo Agropecuario señala que hay más de 200 mil pymes y micropymes agropecuarias distribuidas en todo el país que producen para el mercado interno y externo, y sus ingresos mejoran de forma directa o indirecta con menores retenciones o sin trabas a la exportación.
    • Impulso a economías regionales
    Las producciones de naranja, arroz, cerezas, grosellas y frutillas mejoraron su saldo exportable cuando se redujeron los DEX
    • La apertura de nuevos mercados con productos de valor agregado
    Según el informe de gestión de Ministerio de agroindustria, durante los últimos cuatro años, se abrieron 253 nuevos mercados.
    A estos beneficios de la reducción de los DEX se le adicionan miles de cooperativas agrarias que potencian sus servicios, mayor cuidado del suelo por el aumento de uso de fertilizantes, aumento de la inversión privada en maquinarias, plantas frigoríficas y granjas porcinas, aumento de oferta de alimentos en el mercado interno, se exporta
    tecnología y conocimiento desarrollado alrededor de la agroindustria y el crecimiento del interior del país lo que evita la migración a las zonas densamente pobladas.
    Desde Barbechando creemos que la disminución de los DEX, hasta su eliminación, y supresión de cualquier otro sistema que trabe el comercio exterior, debería ser una Política de Estado consensuada por todas las fuerzas políticas de nuestro país. Por eso, instamos a nuestros legisladores a que tomen la responsabilidad de ser protagonistas en la construcción de esta Política de Estado.
    Una macroeconomía estable es básica para el desarrollo de un país, y para algunos, todo es válido para conseguir esa estabilidad. Es necesario un consenso para dejar de considerar a las DEX como una herramienta para el equilibrio fiscal.
    El Congreso Nacional y el futuro Consejo Económico Social deben construir un sendero sostenible, previsible y controlable que nos lleve a la eliminación de los DEX en un mediano plazo.